Hablando estrictamente, un taxi pirata es un vehículo que presta el servicio de taxi sin contar con
placas autorizadas y que ha sido pintado y alterado para que parezca un taxi normal.
Pero existe un servicio de vehículos de alquiler que han llegado a cubrir un nicho de mercado que
se abre ante la nula expedición de concesiones para taxistas, me refiero a las bases de taxis,
llamados ejecutivos, que en realidad son carros particulares conducidos por gente que viste (en
algunas ocasiones) camisa y corbata, y que obviamente no cuentan con permiso de la Agencia
para la Racionalización y Modernización del Sistema de Transporte Público de Nuevo León.
En el área metropolitana de Monterrey la presencia de servicio de taxis «ejecutivos», con carros y
placas de particulares, es quizás una respuesta a la falta de un sistema de transporte urbano
eficiente, como lo es el metro. Estas bases de taxis operan en los sectores en donde no pasa cerca
alguna ruta de transporte colectivo, con lo pesado y tardado que es trasladarse de un municipio a
otro y si le sumamos la inseguridad que se vive en algunas zonas tenemos por resultado la
creación de este servicio de pasaje.
Al fin que cuando se llegan a hacer operativos para detectar ese tipo de taxis, los choferes dicen
que el pasajero es su pariente y no hay manera de comprobar que están cobrando por el servicio
de transporte.
En realidad resulta ser un negocio muy rentable, pues se necesita sólo reunir a un grupo de al
menos 6 vehículos dispuestos a trabajar en esta microempresa, después se renta un pequeño local,
se instala una o dos líneas telefónicas para recibir las llamadas de los clientes, y si se desea
hacerlo más eficiente se instala una antena para comunicarse por radio con los “vehículos
ejecutivos”. Por último, sólo se tiene que dar publicidad en la zona donde se instala el servicio
repartiendo tarjetas con los teléfonos de la base con servicio las 24 horas del día.
Pero, ¿cómo puede ser rentable este negocio habiendo miles de taxis legales transitando por toda
el área metropolitana? Bueno, la rentabilidad de este negocio radica en que un taxi legal no tiene la
necesidad de estar en una base de taxis esperando las llamadas de los clientes, pues para ellos
(los legales) les es más rentable “subir pasaje” en las avenidas.
Es aquí donde se abre el nicho de mercado para prestar el servicio a los clientes que necesitan de
un taxi, rápido y seguro, en la puerta de su hogar o del trabajo para no tener que salir a caminar a
la avenida más cercana y batallar para encontrar un taxi libre (que en las noches es más
complicado y peligroso).
Es decir, dado lo inoperable que puede resultar tratar de poner una base de taxis legales es que
nace este servicio de “taxi ejecutivo” que debido a la falta de placas, no pueden salir a las calles
como los legales a trabajar y son confinados a quedarse en la base de taxis a esperar que surja
una llamada para prestar su servicio